[Prólogo] Eomaia:
Madre del amanecer. Nam: Devoción de cuerpo y mente; relación perfecta de la
vida del ser con la verdad eterna.
[Reseña] El autobús
azul nos llama, subimos, recorremos viajes internos, trips mentales y llegamos
a bosques llenos de hongos. Como Alicia en el país… pero con
mas droga.
En ¨Amniosis¨ Bosques se presenta cual ente
volador: como si el cantante te diera la mano y se desvaneciera al instante dejando
colores, muchos colores. Siguiendo el recorrido ¨Mis Manos las Manos¨, con un
fondo hippie-sesentoso, representa un estado de alienación total inducido por
las drogas en apenas unas pocas líneas: ¨Mis manos son las manos de alguien
extraño pero no es extraño el hombre que toca mis manos¨. Las letras son una
frase que se repite pero no hace falta mas en la experimentación de (no se sabe
mucho de los integrantes de esta banda mas allá de los invitados que figuran en
los créditos, así que solo digamos) Bosques. ¨Los pájaros¨ aborda la electrónica
con una base que linkéa al soundtrack
de The Girl with the Dragon Tattoo,
hecho por Trent Reznor, para continuar en
¨Que no son Pájaros¨ con mucha calma. Con ¨Eomaia¨ la pista directamente nos
invade y una voz robótica se pone… existencialista. Para ¨El fin de la Hipóstasis¨
el significado del título críptico del álbum cobra vida con la frase ¨El futuro
es nacer¨ que queda como un loop y pide volver al prólogo de esta reseña…