Hipnotismo es la primer palabra que me vino a la mente ni bien empecé a escuchar los sonidos que salían de Christiania, último trabajo del platense Juan Agustín D´Amico a.k.a. Trigal. Ahondando uno va escuchando otras cosas. El nombre del disco y del track principal suena a un planeta nuevo. Mientras nos introducimos en el vamos escuchando sonidos distintos. Los primeros dos minutos de ¨Christiania¨ suenan fuerte, luego se calma y da la sensación de que el tema va girando. Esto es ambient flashero, espacial.
Dos links me surgen directamente cuando escucho este disco: el primero es de Keith Fullerton Whitman, DJ que se especializa en el ambient y en drone. Su último trabajo es un solo track (¨Generator¨) grabado en vivo en dos diferentes tomas y lugares. El otro es de Bear In Heaven, banda experimental estadounidense que decidió colgar su último trabajo, con fecha de salida en abril, en su página oficial pero con la particularidad de que está ralentizado un …500000 %! Realmente una experiencia sonora digna de ser oída.
Hay muchos ruidos interesantes en la experimentación de D´Amico. ¨Christiania¨ a partir del minuto catorce es un claro ejemplo de estos. ¨Ceremonia¨ son cinco minutos rockeros con efectos distorsionados que suenan a una cuerda de guitarra mas grave con un rebote continuo. En los dos tracks principales de Christiania los temas tienen la misma estructura: arrancan tranquilo, llegan al climax de manera in crescendo y cierran con una parte nueva o parte b. En donde gana el músico es en la displicencia de sus temas, llenos de ruido y acoples. Si uno esperaba un disco de ambient convencional o música funcional, nada mas lejos que eso.
No todo es maquinas, laptops y sintes: hay acoples y ruidos de guitarras sobregrabadas que generan la tensión necesaria. El género drone se personaliza en este álbum y Trigal cuelga sobre bases ruidosas y displicentes, ambient espacial.
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