Vilche, en su disco, plasma amor a ella (María Soledad, su novia, tapa del disco), libertad y desde el vamos hippiesmo, en el buen sentido de la palabra. Tengamos en cuenta que es un álbum despojado, pero no desprolijo, ¨grabado, etc, por Tomas Vilche en su hogar¨, según figura en los créditos, con apenas una guitarra, voz, efectos locos de sintes y la ayuda de algunos amigos. Si cerramos los ojos viajamos a los 60 con cuelgues y efectos casi visuales.
No solo hay psicodelia aquí. Saliendo del blues rock patrullero, Tomas se mete con el pop, a su manera, en ¨Tu constelación¨ con una canción que suena como una fusión de Los Stones y Los Zombies y frases cósmicas que dicen ¨puedo sentir las líneas de tu cuerpo/caminando en la estación de tu constelación¨, todo regado de voces que vienen y van, tecladitos-campana y también palmas. En ¨Magia¨ la voz suena desde una caverna bien grande, llena de cámara y bien lejos, con toneladas de eco. ¨Construcción¨ es el tema distinto, acá nos metemos en el funk de la mano de una base super-groovera, fumona y otra frase que queda en el recuerdo: ¨El amor también es construcción¨.
En Ella Vilche no cae en la típica solista-que-hace-un-disco-igual-a-la-banda y explora en muchos mas colores a la hora de encarar su proyecto. A Ella y a muchos mas les va a gustar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario